Este municipio situado a unos 66 kilómetros de la capital gaditana, se encuentra cerca del Cabo de Trafalgar, donde tuvo lugar la famosa batalla naval del mismo nombre en 1805. Este municipio ofrece al visitante una gran variedad de atractivos turísticos entre los que destacan sus parques naturales y unos pueblos muy populares como Zahara de los Atunes y Caños de Meca, dos lugares de una marcada importancia turística.
Este municipio está situado al suroeste de España y tiene su salida al mar a través de sus 25 km de costa con playas muy turísticas y naturales como Zahara de los Atunes, Caños de Meca, la playa de la Mangueta y la playa de los Cañillos, entre otras.
Historia de Barbate
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Se han encontrado restos de pobladores prehistóricos en Barbate, aunque no fue hasta la llegada de los fenicios cuando se inició una población estable que convirtió a Barbate en un núcleo comercial en el Mediterráneo, famoso sobre todo por sus exportaciones de pescado. El municipio ya era conocido por los griegos durante el siglo V antes de nuestra era por las exportaciones de Garum, una salsa muy demandada hecha con pescado y que aderezaba muchos platos en la antigüedad.
La llegada del imperio romano convirtió a Barbate y al antiguo puerto de Baessipo (posiblemente de origen celta), situado en la desembocadura del río, en un lugar próspero gracias al incremento de la industria pesquera ya floreciente en todo el Mediterráneo gracias a los fenicios. La seguridad que proporcionaban los barcos romanos en la zona, evitó en gran medida las incursiones piratas por lo que la economía en Barbate aumentó considerablemente.
Historia de Barbate
La caída del imperio romano y la entrada de los pueblos germánicos no detuvo la producción y el crecimiento de Barbate, que siguió comerciando a lo largo del Mediterráneo hasta que finalmente el imperio romano cayó en su totalidad, tras lo cual volvió la inseguridad a las zonas costeras y las constantes incursiones piratas, quedando Barbate vacía durante gran parte de la conquista árabe sobre al-Andalus, quedando como tierra fronteriza frente a los ataques de los ejércitos cristianos.
Tras la expulsión definitiva de los musulmanes, las incursiones piratas se acentuaron por lo que se construyó el Castillo de Santiago junto al río, y una serie de torres custodiadas por una soldadesca para vigilar las costas.
No fue hasta el siglo XVIII cuando se volvió a fundar Barbate, tras la llegada de un comerciante maltés que colocó la primera caseta de pescadores en el pueblo. Barbate siguió creciendo hasta que a principios del siglo XX, con la ayuda de la actividad pesquera, se produjo un gran crecimiento económico que acabó convirtiendo a Barbate en el segundo puerto pesquero de España.
A partir de 1960 el sector turístico comenzó a cobrar importancia y ha seguido creciendo hasta nuestros días, siendo Barbate y sus pueblos aledaños, lugares de gran importancia turística tanto a nivel nacional como internacional, en parte gracias a sus hermosas playas de arena blanca y su clima.
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