3 formas de preparar espiritualmente a tu hijo para su primera comunión

Por fin ha llegado en el horizonte el día de la Primera Comunión de tu hijo. Probablemente has estado esperando y preparando este momento durante bastante tiempo. Has trabajado para educar a tu pequeño en la fe católica, y ahora va a dar el siguiente gran paso. Es muy emocionante saber que su hijo pronto recibirá el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, dando su siguiente paso de iniciación en la fe católica.

Desafortunadamente, con todas las cosas que hay que hacer para prepararse para ese día, es más que fácil perderse en el ajetreo y descuidar completamente lo más importante de todo: preparar espiritualmente a su hijo para su día especial.

Es tentador confiar en los educadores religiosos de tu hijo para que le enseñen la importancia de recibir la Eucaristía, especialmente cuando tienes tanto que hacer para preparar la ocasión. Sin embargo, la verdad es que la preparación de su hijo para este Sacramento comienza y termina con usted, el padre.

Usted es la persona más influyente en la vida de su hijo, y la reverencia que usted modela para la Santa Eucaristía es la reverencia que ellos aprenderán a imitar.

3 maneras de preparar espiritualmente a su hijo para la Primera Comunión

Para ayudarte en algunos detalles de comunión aquí tienes unos sencillos consejos sobre cómo mantenerte a ti y a tu hijo centrados en el verdadero significado de este increíble Sacramento.

1. ENCONTRAR ESOS MOMENTOS DE MINICATEQUESIS

Aprovecha los momentos cortos y sencillos para hablar con tus hijos sobre la Misa y el Santísimo Sacramento. Por ejemplo:

Cuando empieces el ayuno antes de recibir la Comunión, anuncia a tu hijo lo que estás haciendo e invítale a ayunar contigo. Explícales por qué dejamos de comer antes de ir a Misa, y que te estás preparando espiritual y físicamente para recibir a Jesús en tu cuerpo.

Atrae a tu hijo a una reverencia eucarística más profunda rezando con él antes y después de recibir la Sagrada Comunión. El Anima Christi es una hermosa y sencilla oración eucarística que usted y su hijo pueden practicar memorizando juntos, y normalmente se encuentra en el misal en el banco de la parroquia. Basta con llegar a la misa unos minutos antes y rezar esta oración juntos. Rezar una oración especial de esta manera enseñará a su hijo a reverenciar el momento sagrado de recibir la Comunión.

Al salir de los bancos cuando termine la Misa, en lugar de hacer la genuflexión en el pasillo y salir, camine con su hijo hasta el Sagrario y haga la genuflexión con él allí, o arrodíllese con él durante unos momentos a los pies del altar en oración silenciosa. Esto le enseñará a su hijo que Jesús está realmente presente en la Eucaristía, y que su lugar de descanso hasta la próxima Misa está en el Sagrario.

Nota: Si necesita ayuda para encontrar las palabras adecuadas para estos pequeños momentos, intente utilizar un Catecismo de Primera Comunión para niños. La idea es reforzar continuamente a su hijo, con sus propias palabras, que es la presencia real de Jesús en la Eucaristía lo que atrae a su familia a la Misa.

2. LLEVE A SU HIJO A LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA

Nuestros últimos Papas han recomendado la adoración eucarística infantil como una gran manera de preparar a sus hijos espiritualmente para su Primera Comunión. No se preocupe de que su hijo no entienda lo que es la adoración eucarística (ni siquiera tiene que usar esas palabras), o de que no sea capaz de sentarse en silencio. Simplemente dígale a su hijo que va a pasar unos minutos sentado y hablando con Jesús, e invítele a hablar con Jesús también.

Nota: Recuerde que los niños son creyentes fáciles, y las realidades espirituales no suelen ser difíciles de entender cuando se les explica con claridad. Es posible que su hijo no sólo comprenda el concepto de la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía, sino que responda positivamente a la experiencia de la Adoración Eucarística.

3. REFORZAR CON LITERATURA

Puede que tu hijo no entienda muy bien la Misa, pero eso no significa que no pueda participar a su manera y a su nivel en lo que está sucediendo. Existen magníficos libros de misa para niños que les enseñan la realidad de la presencia de Jesús en la Eucaristía de forma divertida y atractiva; tenga uno o dos para que su hijo los lea antes de su gran día.

Si lleva libros para que su hijo los mire durante la misa, asegúrese de que sean misales infantiles u otros libros católicos de catequesis para niños. Deje que la misa sea una hora santa para su hijo, igual que lo es para usted.

 

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