Como probablemente haya oído, su higiene bucal puede tener un gran impacto en su salud general. Las enfermedades de las encías, por ejemplo, se han relacionado con una serie de problemas de salud, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el parto prematuro e incluso el Alzheimer.
Por eso es tan importante cuidar los dientes. Pero el simple hecho de cepillarse los dientes y usar el hilo dental de forma programada, y visitar al dentista con regularidad, puede no ser suficiente.
Pero con estos 4 sencillos pasos de Dentista Urbina Salamanca, puedes ayudar a mejorar tu higiene dental y el resto de tu salud. ¿Y quién no sonreiría por eso?
Espera antes de cepillarte
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¿Tienes la costumbre de empezar la mañana con un vaso de zumo de naranja? Es mejor que esperes a cepillarte los dientes un rato después.
Los alimentos y bebidas con un pH bajo -es decir, los alimentos ácidos- ablandan temporalmente el esmalte de los dientes. Si sigues inmediatamente con el cepillado, la acción podría eliminar parte del esmalte, haciendo que tus dientes sean más susceptibles de sufrir caries con el paso del tiempo.
Así que lo mejor es retrasar el cepillado después de haber tomado cítricos y zumos, tomates, refrescos y vino. Un estudio descubrió que las personas que esperaron de 30 a 60 minutos para cepillarse después de beber refrescos tenían menos desgaste en los dientes que los que se cepillaron antes.
Cambie a un cepillo de cerdas suaves
Es probable que ya sepas que debes cambiar tu cepillo de dientes cada dos o tres meses (o antes si las cerdas están deshilachadas), pero si estás usando un cepillo duro, considera reemplazarlo ahora. Los cepillos de dientes de cerdas medianas y firmes pueden dejar una sensación de limpieza en los dientes, pero pueden ser muy abrasivos y dañinos con el tiempo.
La mayoría de las personas estarían perfectamente bien con un cepillo de cerdas suaves. Tampoco es necesario cepillarse con demasiada fuerza. No es bueno para los dientes ni para las encías. En su lugar, aconseja utilizar una presión suave; inclinar el cepillo en un ángulo de 45 grados contra la línea de las encías; y cepillar con un movimiento corto y circular.
Empezar a cepillarse por la espalda
Este buen hábito puede significar que usted hace un mejor trabajo de limpieza de esos lugares difíciles de alcanzar, lo cual es esencial porque todos esos rincones y grietas en sus molares los hacen más susceptibles a la enfermedad de las encías y a las caries.
Empezar tu rutina de cepillado por la parte de atrás (al menos a veces) es una buena manera de dar a la parte trasera de tu boca la atención que se merece. «Cada vez que me cepillo los dientes, empiezo por la parte superior derecha de la espalda», dice el Dr. Lynch. «Y siempre sigo el mismo método, así que sé que no se me escapará ningún punto».
Añade un enjuague bucal y un chicle a tu rutina
Si te cepillas los dientes dos veces al día y utilizas el hilo dental, puede que te parezca suficiente. Pero si después te enjuagas con un colutorio antimicrobiano, como el colutorio antiséptico Listerine, eliminarás más bacterias orales, ayudando a combatir la placa. Después de cepillarte y usar el hilo dental, enjuágate enérgicamente durante 30 segundos dos veces al día.
Otra recomendación es masticar chicle. El chicle sin azúcar puede ayudar a reducir la cantidad de bacterias en la boca, y estimula el flujo salival, que baña los dientes con iones de calcio y fosfato que ayudan a reponer el esmalte dental.
