
1. Incluya suficiente almacenamiento
Adapte cada armario para que pueda albergar cómodamente los objetos que va a contener. Incluya mecanismos de cajones, estantes o separadores para garantizar el máximo aprovechamiento del espacio.
2. Marque su isla
Decida qué tareas se van a realizar en su isla de cocina y mida y marque un espacio en el suelo o en su actual bancada para representar cómo le va a funcionar. Incluya marcas para el fregadero y la grifería y deje espacio suficiente para comer donde se ubicarán los taburetes.
3. Héroe de los electrodomésticos
Los electrodomésticos son de gran tamaño, por lo que, aunque no sea necesario que ocupen el centro de la escena visual, hay que tener en cuenta su tamaño. Si vas a traer el frigorífico de tus sueños, trabaja a partir de ahí para el resto de tu plano. Si se trata de una cocina independiente, decida su ubicación y planifique los armarios en torno a ella.
4. Cuente una historia con los acabados
Asegúrate de que la encimera, los salpicaderos, los armarios y la grifería combinan a la perfección. Llévate muestras y construye un tablero físico con azulejos, pintura, piedra y acero para ver cómo funciona todo junto.
Nunca te arrepentirás de haber asignado un espacio para un rincón de estudio en el diseño de una cocina de tamaño medio para la inevitable acumulación de correo, llaves, teléfonos y cargadores.
5. Asigne a cada zona de la cocina una tarea
Designe las instalaciones y los accesorios en función del uso que vaya a hacer del espacio. Si vas a incluir un pequeño escritorio o rincón de estudio, asegúrate de que haya suficientes tomas de corriente y puertos de carga en las paredes adyacentes. Añade cajones para recoger y ocultar el papeleo.